GUIX, X., Mientras me miran (Granica 2007)
¿Cuál es el problema? El mayor problema es estar pendiente de nuestros actos y nuestros gestos y no de lo que decimos y lo que queremos comunicar. Todo el mundo tiene miedo a salir porque tiene miedo a hacer el ridículo o a que se rían de él. Éste miedo solo se consigue perder saliendo a hablar, si te quedas sentado en la silla nunca lo conseguirás.
Con 4 ideas fundamentales basta:
1.Tener algo que decir: hablar desde la experiencia y no desde la ignorancia. Nunca hablaremos de un tema que no sabemos.
2.Tener ganas de decirlo: transimitir el mensaje con coherencia y con ganas.
3.Empatizar con el público: ponerte en su situación y saber en cierto modo aquello que quieren escuchar.
4.Ser el mensaje: hablar de aquello que conocemos y poner ejemplos propios.
Apuntes para no olvidar: debemos expresarnos con nuestras propias palabras y nunca debemos pensar en que vamos a fracasar, ya que nos saboteamos nosotros mismos y salimos inseguros.
Los miedos los acabamos superando si nos enfrentamos a ellos. Pensar en el fracaso es llamar al fracaso.
Destruyendo el rol: lo que produce mucho temor a hablar en público es esa sensación de que tu personalidad va a psar un examen, y eso en cierto modo nos frustra. Debemos encontrar nuestro propio camino y nuestro propio estilo. Nuestro cuerpo muchas veces transmite más que nuestra voz, asi que hay que cuidar la presentación y lo forma de estar delante de la gente. Debemos proyectar nuestra voz con el fin que llegue al fondo de la sala.
Prepararse con PNL: la programación neurolingüística se creo en los años 60 y utiliza diversas estrategias para acceder a estados deseados, como el ancla o POPS.
POPS: Prueba, oeración, prueba, salida.
1.Prueba: ¿El estado actual es igual al estado deseado?
2.Operación: si no es así opero con un recurso o técnica.
3.Prueba: formulo de nuevo la primera pregunta.
4.Salida: si he alcanzado la evidencia sensorial de haber logrado el objetivo termino, si no vuelvo a operar.
El ancla es cualquier estímulo sensorial que hemos conseguido en el pasado y queremos conseguirlo en el presente. Para ello primero debemos decidir que estado queremos conseguir. A continuación cogemos alguna parte de nuestro cuerpo que será el ancla. Nos ponemos en una postura cómoda y buscamos ese momento. Cuando lo tengamos cogemos fuertemente la parte que hemos elegido de nuestro cuerpo y hacemos el anclaje. Cuantas más veces lo repitamos, más fácil nos resultará conseguirlo.
Estructurar: si no hay guión, no hay historia: siempre nos preguntamos ¿Qué decir? ¿Cómo decirlo?. El problema no consiste tanto en saber qué decir, si no en como decir todo lo que se quiere decir. Hablemos 5 minutos o 2 horas no hacemos más que darle vueltas a lo mismo. Primero debemos pensar en el tema que vamos a tratar y anotar las ideas, a continuación convertir cada idea en una frase, sintetizar todas las ideas en un solo mensaje que serán la idea principal, trabajarla a fondo y por último intentar convertirla en una especia de eslogan.
Una cosa llamada sentido escénico: debemos estudiar el espacio en el que estamos y plantear todo aquello que vamos a hacer.
Somos narradores de historias: la gente no hace lo que tú les dices, si no lo que a través de tu inspiración les ha apetecido hacer. De nosotros solo esperan que compartamos nuestras experiencias. Que seamos, en cierto modo, narradores de nuestra propia historia.
No debemos de tener miedo a salir para hablar en público, es una buena forma de conocerte a ti mismo y de interactuar con cosas que no habías hecho hasta ahora.
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