
Cuando Guardiola no se sintió Guardiola
(...) Aunque un cúmulo de adversidades jugaron en contra del Barça, Guardiola ha confesado que en el duelo con el Inter de Mourinho, y muy especialmente en Milán, no fue Guardiola. Dejó de ser consecuente con su manera de pensar y de proceder y acabó siendo víctima de su propia confusión y de la irracionalidad y perversidad del fútbol, expresada en el comportamiento de Figo, en el proceder de Mourinho. En el partido de ida le faltó juego al Barça y en el de vuelta, obcecado en la remontada, le sobró adrenalina. El actual equipo azulgrana se edificó a partir de la derrota contra el Inter y Guardiola se prometió que no se traicionaría nunca más y, por tanto, que actuaría de acuerdo a sus creencias: hay que hacer lo que uno siente, no lo que presiente. (...)

El chamán se disfraza de padre
(...) Mourinho es un perspicaz creador de atmósferas. Le gustan los ambientes con analogías familiares, donde los elementos afectivos se mezclan con naturalidad y los sentimientos fluyen confundiendo a compañeros con hermanos y a entrenadores con padres. El técnico sabe que el cariño es un arma poderosa porque genera en el otro un deseo instintivo de retribuir, una deuda, que siempre se salda en el campo de juego. Por esta vía le han bastado cuatro meses para ganarse la lealtad de los jugadores y transformar al Madrid en un equipo sacrificado, dinámico y muy competente.(...)

El chamán se disfraza de padre
(...) Mourinho es un perspicaz creador de atmósferas. Le gustan los ambientes con analogías familiares, donde los elementos afectivos se mezclan con naturalidad y los sentimientos fluyen confundiendo a compañeros con hermanos y a entrenadores con padres. El técnico sabe que el cariño es un arma poderosa porque genera en el otro un deseo instintivo de retribuir, una deuda, que siempre se salda en el campo de juego. Por esta vía le han bastado cuatro meses para ganarse la lealtad de los jugadores y transformar al Madrid en un equipo sacrificado, dinámico y muy competente.(...)
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