Gobernar la propia alma consiste en respetar la
jerarquía natural de sus componentes, con el fin de ser un fiel reflejo del
orden y la armonía eternos del Mundo de las Ideas, para alcanzar así, la justicia
en el propio individuo.
Para
alcanzar la virtud del alma, la justicia, las tres partes del alma deben
establecer un cierto orden. Así, la parte racional gobernará sobre la irascible
y la apetitiva. Siempre y cuando se respete esta armonía, cada parte del alma
desarrollará la virtud que le es propia.
La
ruptura del orden natural entre las tres partes de alma, daría lugar a la
injusticia del individuo: cuando las pasiones o los apetitos gobiernan sobre la
razón, invirtiendo el orden natural de las cosas, la injusticia hace presencia
en la persona.
La
desarmonía y el desorden en la persona, causará que las partes del alma no
desarrollen las virtudes que les son propias.
Es
fundamental establecer un orden en el alma, ya que, no solo en el alma existe
una jerarquización entre las partes. El orden natural del alma, se refleja
directamente en la estructura del Estado Ideal. El Estado Ideal también está
compuesto por una jerarquización de sus clases. Cada una de estas clases, se
corresponderá con el tipo de personalidad del individuo, con el orden entre las
partes del alma.
La
clase de los productores, corresponderá a aquellas almas en que la parte
apetitiva gobierne sobre la irascible y la racional. La clase de los
guardianes, será fruto de que la parte apetitiva y la racional, sean sometidas
bajo la irascible. Por último, la clase del filósofo-gobernante, en que la
parte racional deberá imponerse sobre la parte irascible y la apetitiva.
Al
igual que las partes del alma, cada clase del estado, tiene como fin desarrollar
la virtud que les es propia, y, respetando este orden natural, se conseguirá la
justicia en el estado. Así, la justicia establecida en el alma y la justicia
establecida en el estado, hablan de la misma Idea de justicia, del fiel reflejo
del orden y la armonía eternos del Mundo de las Ideas.
Gobernar
la propia alma, no significa solo sacarle a cada parte la virtud que les
propia. Significa que esa jerarquización estará relacionada directamente con la
composición de las clases del estado. Al igual que cada parte del alma, da
lugar a una virtud, cada clase del estado dará lugar a una función dentro del
estado. Respetando el orden natural de las partes del alma y de las clases del
estado, se conseguirá la justicia en el alma y la justicia en el estado, cada
parte y cada clase desarrollará la virtud y la función que les es propia.
Gracias a la correcta jerarquización de las partes, se conseguirá alcanzar la
misma Idea de justicia.
3 comentarios:
Gracias por esta entrada del blog. No sabía a lo que se refería exactamente con lo de "gobernar la propia alma" y por fin lo he entendido. ¡Un saludo!
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