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lunes, 31 de octubre de 2011

Pensamiento platónico, por Andrea Ochoa



¿Qué se entiende por ‘’real’’? ¿Cómo llegamos hasta la realidad? Para Platón lo real sería lo estable, lo que dura siempre, por ello, presenta una teoría dualista ontológica, donde distinguimos dos grados o formas de realidad.

Mundo inteligible (lo que son las cosas). El mundo inteligible seria lo que no cambia lo auténticamente real, un grado superior de saber, un saber universal. Para Platón el mundo inteligible pertenece al mundo de lo transcendente, no podría captarse por los sentidos sino por la inteligencia y el pensamiento por medio de la razón. No habla de realidades materiales y visibles sino de lo que equivale a lo eterno e inmutable, de ahí que las Ideas son una auténtica realidad.

Cuando Platón habla de Ideas, no se trata de ‘’ideas’’ en el sentido de pensamientos que solo existen dentro de la mente, se trata de una única Idea, únicas realidades, ya que, lo que de real hay en las cosas visibles derivan justamente de las Ideas; pero al mundo inteligible no pertenecen solo las Ideas, sino también los objetos matemáticos, que aunque corresponde al mundo de lo eterno tienen menos realidad o un nivel ontológicamente inferior al de las Ideas, ya que los objetos matemáticos dependen de las Ideas, por ejemplo, la Idea del número cuatro. Pero además todas las Ideas dependen de una única Idea suprema, que alumbra a todas las demás, las cuales participan de ella.

Mundo sensible (lo visible). En primer lugar Platón piensa que las realidades materiales que percibimos por los sentidos no podemos alcanzar un conocimiento de ellas, cuando pensábamos que lo habíamos conocido ya habrían cambiado, por tanto son menos reales, no podremos decir de ellas que verdaderamente son. Lo que podemos ver, tocar, oler, etc. Se encuentran en  continuo cambio, no están dejando de ser algo para empezar a ser otra cosa que aún no son.

Pero, ¿es posible distinguir dos mundos distintos de ser real? Platón confirma que las cosas sensibles copian o imitan de forma perfecta la Ideas, podemos decir por lo tanto, que las Ideas, el mundo inteligible es la causa del mundo sensible, de que haya constancia de las cosas sensibles.

¿Se puede alcanzar un conocimiento firme sobre cualquier realidad o sólo sobre una? Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de realidad diferenciamos dos formas de realidad (inteligible y sensible), por eso, Platón propone dos niveles de saber, el conocimiento y la opinión. Para Platón el conocimiento es siempre el saber de lo inteligible, el que podemos alcanzar por medio de la inteligencia y el pensamiento; para conseguir el conocimiento real habrá que dirigir nuestra alma hacia lo inmaterial, hacia las Ideas.

En cambio, Platón piensa de la opinión que es un nivel inferior al conocimiento, es un saber confuso  que está en continuo cambio y se guía por los sentidos. Considerando que (Platón afirma) de las cosas que cambian nunca podemos obtener un conocimiento verdadero, a diferencia de los Sofistas, para  Platón todo saber es opinión; si usamos los sentidos para averiguar sobre realidad visibles lograremos solo opinión, pero si usamos la inteligencia alcanzaremos conocimiento. Además, Platón también dice que aunque la opinión no sea tener un verdadero conocimiento no deja de ser una clase de saber, pero se aproxima menos a las realidades inteligibles, por tanto es un nivel intermedio entre el conocimiento y la ignorancia.

Como ya hemos visto las Ideas están fuera del mundo sensible; Platón con esto defiende que hay una relación entre el alma y las ideas. Pero, ¿por qué el alma humana las conoce? El alma pertenece al mundo inteligible pero al entrar en el mundo sensible y encarnarse en un cuerpo, el alma olvida las Ideas y sólo queda una mancha confusa, esto quiere decir, que cuando creemos que hemos conocido o experimentado que son las Ideas no es así, realmente lo que ocurre es que el alma ya las conocía y lo único que hace es recordarlas, con lo cual, tenemos ya innato un concepto borroso de ellas.

Platón considera el alma como el principio del conocimiento, por tanto establece una división en tres partes: racional, irascible y apetitiva. La racional sería el origen de la inteligencia, la irascible es la parte humana de las emociones y la apetitiva es la parte de los apetitos y deseos materiales, en el Estado hallamos igualmente tres grandes grupos humanos: el primer grupo, en el que mandan los apetitos, consiste poder controlar tus deseos (moderación) producir todo aquello que la ciudad necesite; el segundo grupo se encuentran los que están capacitados por naturaleza a la defensa, en el Estado Ideal la virtud de los guardianes sería sin duda la valentía (pasiones); y en el tercer grupo están especialmente preparados para aprender, gobernar y dirigir el estado (clase de los filósofos-gobernantes), en estos individuos predomina la parte racional y su gran virtud consta de la sabiduría, para finalmente recibir una educación especial.

Por eso el conocimiento del Bien será la meta que persiga la educación; el bien común más importante para Platón es la Justicia, por lo tanto, la ciencia de la justicia y del bien solo puede proporcionarlo la filosofía; solo después de este largo proceso educativo los filósofos estarán preparados para gobernar.

La importancia del alma en el ser humano, por María Carratalá



          El alma es, sin duda, la parte del ser humano más importante. Es la que nos permite sentir. Sin ella, nuestro cuerpo no funcionaria como tal. Por eso se dice que el ser humano es su alma.

          El alma ocupa tres lugares en nuestro cuerpo: la parte racional, la que se refiere a la inteligencia, se encuentra en nuestra cabeza; la relacionada con los sentimientos y las pasiones, también llamada irascible, se sitúa en nuestro pecho; y, por último, la relacionada con los apetitos y deseos materiales, o apetitiva, reside en el bajo vientre. Generalmente, es la racional la que controla las otras dos. Pero Platón quiso hacer esta triple división para explicar los conflictos interiores en el ser humano, la lucha entre la razón, las pasiones y los deseos. También lo hizo para explicar que, a pesar de que hayan tres partes, cada persona es dominada por una diferente.

          El alma sabemos que es una de las partes del dualismo antropológico, junto con el cuerpo, que definió Platón. El cuerpo, para él, es la cárcel del alma, el lugar donde se alberga para purificarse por medio del conocimiento. El alma ya conoce las Ideas antes de reencarnarse en un cuerpo, ya que ha preexistido en el mundo de las Ideas. De ahí viene la teoría de la reminiscencia, conocer es recordar. Solo tenemos que recordar nuestro conocimiento a base de aprender.

          Se dice que el alma es una realidad intermedia entre el mundo sensible y el mundo inteligible. No pertenece al mundo sensible porque no nace ni muere, no es algo que se pueda percibir por los sentidos. Tampoco pertenece al mundo inteligible, porque no es una Idea ni un objeto matemático. El alma está en un tramo intermedio, pero tiende más a este último mundo porque es eterna e inmaterial.

          La felicidad está unida a la virtud y la principal virtud del alma es la justicia. Por tanto, para que el alma sea feliz, ha de tener armonía y orden. El alma justa para Platón es aquella que refleja el orden ontológico de las Ideas, la justicia que gobierna en el orden del ser.

          Como hemos dicho anteriormente, en cada persona predomina una parte diferente del alma. De esta forma distinguimos tres clases sociales: la clase de los productores, en la que domina la parte apetitiva, que se encarga de aquello que la comunidad necesita; la clase de los guardianes, en la que domina la parte irascible, cuya función es proteger la ciudad; y la clase de los gobernantes-filósofos, en la que domina la parte racional, que serán los encargados de gobernar la ciudad. A cada uno le corresponde una virtud distinta, que podemos adivinar de su función: la de los productores será la templanza, la de los guardianes será la valentía y la de los gobernantes, la sabiduría.

          Para que estos últimos gobiernen de forma adecuada, deberán recibir una buena educación para que conozcan lo verdadero y lo bueno o, mejor dicho, para que lo recuerden. De esta forma, conseguiremos que tengan armonía y orden en su alma y, por lo tanto, sepan transmitirla a toda la sociedad.

          Por todo esto, podemos admitir que el alma es una parte esencial de nuestra existencia, algo que debemos cuidar y educar para el bien de la humanidad.

Platón: El alma, por Karina Erazo


TODO PLATÓN : EL ALMA

Para Platón, el ser humano está formado por dos partes, más conocido como dualismo antropológico, cuerpo y alma unidos. Una idea que ya la manejaba el cristianismo y Descartes.
También afirma en el diálogo “Fedro” que la unión alma y cuerpo es puramente accidental, hasta el punto de ser una unión como castigo; el cuerpo la cárcel del alma.

El alma es inmortal e inmaterial, al contrario de nuestro cuerpo, por ello es nuestro verdadero ser, como Platón dijo “el ser humano es su alma”.
La función del alma es el conocimiento, ¿Y cómo puede el alma humana adquirir este conocimiento? Para resolver esto propone la teoría de la reminiscencia.
Esta teoría dice desde el punto de vista del dualismo ontológico, de mundo sensible y mundo inteligible, que el alma ha preexistido en el mundo de las ideas (nivel superior a la realidad) y en el cual, la única actividad del alma sería contemplar estas ideas; lo que pasa, es que el alma al entrar en el mundo sensible (mundo del devenir y de la multiplicidad, de lo que cambia) y encarnarse en el cuerpo, olvida estas Ideas y por ello, solo queda una huella difusa de estas.
Por lo tanto, más preciso sería decir, que el alma es encargada de recordar.

El cuerpo, con respecto al alma, es material, mortal, sometido a apetitos, deseos,..El cuerpo a diferencia del alma tiende a buscar lo material (el mundo sensible), por ello se dice que el cuerpo arrastra el alma a lo sensible, donde jamás encontrará el conocimiento, la oportunidad de recordar.
Por ello el alma ha de vencer y dominar el cuerpo si quiere llegar a conocer realidades inteligibles donde hallará la verdad y la virtud.

Lo que me lleva a hablar de la Epistemología, que se encarga de mediante un largo proceso educativo del cuerpo y del alma, llegar a conocer las ideas, proceso imprescindible para Platón. DI IMPRESCINDIBLE PARA QUÉ.
Una vez entendidas las opiniones, el saber relativo, el saber de la realidad sensible y material, aproximarnos un poco a las realidades inteligibles que sumándole la inteligencia, nos ayudará a  llegar al conocimiento de estas, la episteme.
Como nos decían en el mito de la caverna, no hay que confundir los reflejos de la realidad (opiniones) ,con la realidad (los conocimientos) ya que estaríamos presos de las cadenas de la ignorancia que no nos dejarían avanzar en el camino largo, que es la educación, para llegar a conocer la idea del bien, y el orden, ideas indispensables para armonía de las otras ideas, “llegar a ver el Sol, sin que te haga daño”. SOBREDOSIS DE COMAS.

Para Platón este proceso educativo es muy importante, ya que es la educación de un futuro gobernante éticamente correcto. No solo es importante este conocimiento, también lo es la virtud, para ser justos, la virtud principal del alma.

Lo que me lleva a hablar de
lo que consiste la justicia en el alma, que trata de respetar una jerarquía natural, según las partes del alma :
La primera parte del alma es la racional, la inteligencia (ubicada en la cabeza), que es la que ha de regir las otras dos.
Ha de gobernar la parte irascible, fuente de pasiones y emociones humanas, (la cual reside en el pecho) para además, gobernar la parte apetitiva, fuente de apetitos y deseos materiales (sede el bajo el vientre).
Cuando tenemos esta concordia y armonía  decimos que hay justicia.


Por ello, el gobernante ideal, ha de cumplir esta jerarquía y con el camino del conocimiento, llegar a percatarse de la armonía del cosmos inteligible, alcanzar el conocimiento Supremo del Orden y de la justicia como armonía.
Y como cabe esperar un gobernante ideal ha de gobernar un estado ideal, que se dividiría en tres clases :
-La clase de los productores : Esta está compuesta por artesanos, obreros, campesinos,..Cuya función es producir lo que la comunidad necesite para sobrevivir y para tener un cierto lujo y en ellos predomina la parte mas baja del alma, la parte apetitiva. Por lo tanto la virtud de los productores será la templanza o moderación.
-La clase de los guardianes: Su función será la defensa de la ciudad, en estos predomina la parte irascible del alma sobre las otras. La virtud de estos, será su valentía y recibirán una educación especial en la que los mas destacados, los mejores guardianes, formarán parte de la tercera clase.
-La clase gobernante-filósofos : La clase superior, su función es gobernar la ciudad y contemplar el orden y la armonía del mundo de las Ideas eternas. En estos predominará la parte racional cuya virtud será la sabiduría o prudencia.
En su aprendizaje, destacar las matemáticas y la filosofía (la dialéctica).

En conclusión, podemos apreciar que el alma, directa o indirectamente forma parte de las teorías Platónicas, ya que podemos relacionarla con cada uno de los puntos que trata,la antropología, la ontología, la epistemologia, en la política...Tiene gran valor en su filosofía y en su sociedad utópica.


La antropología de Platón, por José Vicente Fajardo



Según Platón, el ser humano está formado por dos partes. Una de ellas es el cuerpo, que es material y mortal. Este es el recipiente que contiene el alma, y del cual debe librarse para alcanzar de nuevo el mundo de las Ideas, ya que se encuentra confusa debido a que está envuelta en un mundo caótico, en permanente cambio y confuso, en el que se deben usar los sentidos del cuerpo y posteriormente la razón para llegar a la Idea que se representa en esta realidad, que se encuentra por debajo del mundo de las Ideas.


La otra parte del ser humano es el alma, que es algo inmaterial, inmortal y tiene prioridad sobre el cuerpo. Esta ha estado presente en el mundo de las Ideas donde ha existido antes de incorporarse en el cuerpo. Por ello cada alma conoce la Idea del bien en sí , pero al verse encerrada en el cuerpo (algo material envuelto por una realidad confusa) no es capaz de reconocerla y por tanto debe emplear los sentidos del cuerpo y el razonamiento para deducir las Ideas a partir de las sombras reflejadas por estas y pasar de tener una opinión (saber sobre lo sensible) a tener conocimiento sobre las Ideas a las que representas estos objetos .


Esto nos lleva a la conclusión de que: 


·   - Las Ideas son la esencia de todo aquello que se puede percibir mediante los sentidos , ya que los objetos sensibles son meros reflejos de la auténtica realidad, formada por estas Ideas que son absolutas, indivisibles, universales e imposibles de percibir directamente por los sentidos.


·   - Existen dos niveles de realidad (dualismo ontológico). Uno formado por las Ideas (realidad absoluta) y otro por los objetos sensibles que rodean al cuerpo (realidad parcial basada en el mundo de las Ideas). 


·   - Hay dos grados de saber sobre la realidad (dualismo epistemológico). El alma tiende a pasar del saber sobre los objetos sensibles (opinión) al saber sobre las Ideas (conocimiento) debido a que toda alma lleva incorporada la Idea de bien, ya que ha preexistido en el mundo de las Ideas y por tanto conoce la auténtica realidad. Para ello deberá usar los sentidos y el razonamiento.



El alma se divide en tres partes: la racional, de donde proviene la inteligencia, la irascible, fuente de las emociones, y la apetitiva, fuente de deseos materiales. 


Debido a que la única parte que emplea el racionamiento en el alma es la parte racional, será la única que esté vinculada a lo inteligible y no al mundo material, como es el caso de la parte irascible y apetitiva que provocarán conflictos internos que tendrán que ser controlados por la parte racional.


Estos conflictos surgen a raíz de que existen distintas naturalezas de almas. Esto quiere decir que hay individuos en las que predomina el control de alguna de las partes del alma; pero para Platón el individuo perfecto es aquel en el que domina la parte racional sobre la irascible y la apetitiva consiguiendo un orden absoluto y interno y consiguiendo al mismo tiempo el conocimiento sobre la Idea de Justicia. Además de conseguir el conocimiento, se consigue la armonía entre las partes del alma provoca que surjan las virtudes de sabiduría (parte racional) , de valentía (parte irascible), y de templanza (parte apetitiva). 


Siguiendo con la Idea de Justicia Platón decía que la democracia no era el modelo político más correcto, debido a que cualquiera podía tomar parte en ella sin conocer la Idea de Justicia y sobretodo la del Bien en sí, dirigiendo a la sociedad hacia el abismo. Debido a que la mayoría era ignorante, ya que no poseían la educación necesaria para obtener el conocimiento de la Idea de Bien y de Justicia, y que no sabían elegir a sus políticos correctamente. Por tanto estos tampoco tendrían el conocimiento necesario para gobernar a la población que los elegía, basándose en sus propios intereses y engañando a la sociedad. Según Platón esto se ve claramente reflejado cuando ejecutan a Sócrates, ya que si la democracia fuera justa, el hombre más justo no habría sido asesinado. 


Para que un estado fuera justo según Platón, se debían poner al poder aquellas personas que habían alcanzado el conocimiento de las Ideas. Como esto solo era posible mediante la filosofía, los únicos que podía gobernar tenían que ser filósofos a los que primero habría que seleccionar por sus cualidades innatas (presentes en el alma) y posteriormente imponerles una educación basada en la filosofía y dialéctica para que sus almas pudieran llegar al conocimiento absoluto de las Ideas. Gracias a este conocimiento sabrían como gobernar el Estado de manera justa (intelectualismo moral), obteniendo un Estado Ideal. 


El Estado Ideal también se basa en la existencia de un orden de las clases sociales. Este orden consiste en la sumisión de los productores (en los que la parte del alma que domina es la apetitiva) , a los guardianes (en los que la parte irascible domina sobre el resto). Además también tendrá que existir una sumisión de estas dos clases sobre los gobernantes, en los que supuestamente domina la parte racional y por tanto serán capaces de aplicar la justicia sobre la sociedad.


Debido a que la educación dictada por Platón de los filósofos gobernantes consistía primero en las matemáticas, posteriormente en la filosofía y por último en la imposición del orden conseguido en el alma del individuo a la sociedad, podemos llegar a la conclusión final de que el Estado bueno y justo es un reflejo del orden del mundo de las Ideas, ya que este orden será impuesto por almas que hayan conseguido el conocimiento absoluto de la Idea del bien en sí, asemejándose el orden del Estado con el del alma justa.

Platón: Antropología y Psicología, por Cristina Albiar



Platón establece un dualismo antropológico que consiste en una clara separación entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es material, nace y perece y, por tanto, está sujeto a la corrupción. Sin embargo, el alma, al ser inmaterial, es de naturaleza inmortal y "eterna", de tal modo que tiende hacia la región inteligible, esto quiere decir, al mundo de las Ideas; con ellas comparte todas sus características o, por lo menos, gran parte de ellas: es única, inmortal, inmaterial....

Tras la muerte del cuerpo, el alma vagabundea de un cuerpo a otro y sufre un proceso de reencarnaciones sucesivas hasta que consigue la liberación total del cuerpo -Platón menosprecia al cuerpo diciendo que es la carcel del alma-. Dicha liberación se consigue mediante el cultivo de la filosofía y, con ella, el acercamiento al mundo inteligible. En todo esto podemos observar la influencia pitagórica en la concepción que Platón desarrolla acerca del alma.

Sin embargo, antes de llevar a cabo el proceso de reencarnación, Platón dice que el alma ha permanecido un tiempo en el mundo de las Ideas, y en ese mismo mundo ha conocido la verdadera esencia de las cosas, es decir, las IDEAS; de tal modo que en el alma existe un ligero recuerdo borroso de las Ideas, unos conocimientos acerca de lo inteligible que permanecen ocultos y tapados por las apariencias que nos proporcionan los sentidos en el mundo sensible. Estos conocimientos tenidos desde el segundo 0 en que nacemos se corresponden con la teoría de la reminiscencia de Platón (conocer es recordar), muy influido nuevamente por su maestro Sócrates, y por la teoría de la reencarnación, también defendida por los pitagóricos.

El alma, según Platón, consta de tres partes: parte racional, parte irascible y parte apetitiva, que se corresponden con las virtudes de la prudencia, la valentía y la moderación, respectivamente. Esta división en tres sirve para explicar los conflictos internos entre las que se debate diariamente el alma. El tener alguna de esas "virtudes" en cada una de las tres partes del alma determina tres tipos de personalidad diferentes, paralelos además a las tres clases en que Platón piensa que debe organizarse el Estado: los filósofos-gobernantes, en los que predomina la parte racional y cuya virtud será la prudencia o sabiduría; los guardianes, en los que predomina la parte irascible y cuya virtud máxima debe ser la valentía; y, por último, los productores, en los que predomina la parte apetitiva  y cuya virtud debe ser la moderación de los deseos y apetitos que dominan nuestro cuerpo.

Mientras que la mayoría de las virtudes del alma, lo mismo que las del cuerpo, pueden adquirirse mediante  la práctica, la virtud del conocimiento es eterna e inmortal, como el alma.

En conclusión, Platón considera que el hecho de que el alma, por ser inmortal y eterna, permanezca en contacto con el mundo inteligible, permite el conocimiento de las Ideas (aunque de forma oscura y borrosa) es algo innato en las personas. Aquellas que sean capaces de descubrirlo por sí mismas, tendrán predominio de la parte racional sobre las otras dos.

Platón resume sus pensamientos en esta teoría ya que hace Hincapié en la política (teoría del filosofo-gobernante)  y además la utiliza para llevar a cabo el proceso para una buena educación.

Filosofía de Platón, por Julián Fuentes



FILOSOFÍA (PARTIENDO DE LA ONTOLOGÍA) DE PLATÓN

Ante todo, debemos comprender la filosofía de Platón como una manifestación en contra de las teorías del conocimiento de los sofistas (relativismo, escepticismo y empirismo político), y de las injusticias políticas de su época.  El mayor tema de desconcierto para Platón es el ser humano, al que considera como un individuo que no tiene sentido fuera de la vida en sociedad. Por tanto si este individuo le preocupa, necesariamente ha de preocuparle también la sociedad en la que vive, y la ciencia que la controla, es decir la política.  

Platón a diferencia de los sofistas, defiende que sí que hay una verdad absoluta y universal de la realidad o de las cosas verdaderamente reales.  Bajo las influencias que recibe de Heráclito, aceptará que de las cosas sensibles (las que percibimos por los sentidos) no podemos obtener un conocimiento verdadero, sino simple opinión, ya que los objetos del mundo físico y material, están en continuo devenir y permanente cambio.

De Parménides acogerá que la vía que nos ofrecen los sentidos no es fiable,  ya que no nos muestran la realidad. Esta solo es accesible a la lógica de la razón. Platón tiene la determinación de que puede haber conocimiento de lo que no cambia, pero claro, esto no tiene lugar en el mundo sensible, dominado por el cambio y el devenir, sino que deberá estar en otro lugar. Estas realidades serán inmateriales, eternas, inmutables y el objeto de estudio del conocimiento. Les dará el nombre de Ideas.

Las Ideas que Platón plantea son la realidad en su definición más exacta. Son la esencia de las cosas del cosmos visible, es decir, son las que determinan que una cosa es lo que es y no es otra y que se encuentra en toda la multiplicidad de cosas que pueda haber sobre un aspecto. Las Ideas representan valores éticos y estéticos, objetos matemáticos, seres naturales y cosas fabricadas. Por tanto las cosas del mundo sensible participan de las Ideas (de todo lo que hay Ideas, claro), es decir, son copias imperfectas que las imitan en mayor o menor grado.

 Para dar un tipo de estructura a estas dos esferas de la realidad Platón define un dualismo ontológico, es decir, una clasificación según el grado de realidad; las Ideas dentro del mundo inteligible, se encuentran en el mayor grado de realidad seguidas de los objetos matemáticos que también se encuentran en el mismo mundo superior pero con menor grado de realidad. Este mundo, el mundo del ser, es un lugar fuera de la percepción de nuestros sentidos pero accesible a la inteligencia, invisible, perfecto y donde no hay cambio. Por el contrario las cosas que podemos percibir mediante los sentidos se encuentran en un mundo físico y material, sometido a un continuo proceso de cambio. -AQUÍ IRÍA MEJOR LA REFERENCIA A HERÁCLITO- Estas cosas dependen ontológicamente, según el grado de realidad, de las Ideas del mundo inteligible. Así se diferencian las cosas de las imágenes, con el menor grado de realidad. Para explicar esto Platón hace un símil con el Mito del Demiurgo, un ser que utilizando la materia, hace una copia del mundo inteligible y crea el sensible. La causa de que no sean iguales, es respectivamente que el primero utiliza la materia, mientras que el segundo, el cosmos inteligible perfecto no.

Platón nos hace ver que si existen unos niveles o grados de la realidad, el ser humano también deberá tener, por correspondencia, unos grados de saber acerca de esta (la realidad). Por tanto se plantea un dualismo epistemológico donde se diferencian dos niveles; el primero, el conocimiento científico o la episteme se refiere a las Ideas y los objetos matemáticos, es el grado de mayor conocimiento, claro, objetivo, fiable  y que tiene validez universal ya que no cambia. Este a su vez se subdivide en  dos subgrados (válgame la redundancia) NIVELES en la claridad del saber, ya que si antes dentro del mundo inteligible se habían diferenciado dos niveles de realidad, aquí se diferencian dos niveles de conocimiento, la inteligencia para las Ideas y el pensamiento para los objetos matemáticos. El segundo, la opinión o doxa se ocupa de los objetos físicos y fabricados además de las imágenes. Es el grado de saber inferior, oscuro, superficial, aparente, cambiante y relativo. Aquí también se diferencian dos subniveles de saber para la opinión, la creencia para los objetos físicos y fabricados y la imaginación para las imágenes. Por último se encuentra la ignorancia, el grado nulo del saber que se ocupa del no ser absoluto, la nada.

Si hemos dicho anteriormente que las Ideas pertenecen a un mundo distinto del nuestro el alma humana no podría llegar nunca a conocerlas. Platón resuelve este problema mediante la Teoría de la Reminiscencia, que explica que el alma  ha preexistido en el mundo de las Ideas y que al encarnarse en el cuerpo olvida el conocimiento de estas, tan solo quedando en ella un borroso recuerdo. Por tanto Platón está defendiendo un innatismo del conocimiento, en otras palabras, conocer es solamente recordar.

Se vuelve a plantear un dualismo, cuando nos referimos a la estructura del ser humano, un dualismo antropológico. Según Platón el ser humano está compuesto por dos partes; el alma y el cuerpo. La primera se considera inmortal e inmaterial y que como ha preexistido (como ya hemos dicho anteriormente) en el mundo de las Ideas, es la base de la inteligencia en el ser humano, y tiene prioridad sobre el cuerpo. El cuerpo en cambio es mortal y material, y tiene un sentido peyorativo para Platón (influenciado por los pitagóricos) considerándolo como la cárcel del alma y como un estorbo para el conocimiento por su constante flujo de apetitos y necesidades.

El alma a su vez tiene una división tripartita; la parte  racional que es la sede de la inteligencia, única en los humanos y que reside en la cabeza. La parte irascible que es la fuente de las pasiones y emociones humanas y que reside en el pecho y la parte apetitiva que es la fuente de los apetitos y deseos materiales, reside en el bajo vientre. Los choques entre las partes del alma es la explicación que da Platón de los conflictos internos humanos y la imposición de una de las tres sobre las otras dos, de diferente forma en cada persona, es el origen de las diferentes naturalezas o tipos psicológicos de las personas.

Platón dice que en la organización interna del alma, la parte racional ha de sobreponerse sobre las otras dos, si se da esto, podremos decir que hay armonía en el alma, justicia, y que cada una de las partes habrá desarrollado la virtud que le es propia; la racional la sabiduría, la irascible la valentía y la apetitiva la moderación. 

Como ya se ha dicho anteriormente, Platón rechazaba la democracia como forma de gobierno, porque para él, utilizando el símil del navío, era poner a gobernar una nave a alguien que nunca en su vida lo había hecho y confiar en que lo hiciera bien. Por el contrario él propuso su teoría del filósofo gobernante aplicando el intelectualismo moral socrático a la política. Ya que si un filósofo es capaz de llegar al conocimiento de la Justicia y el Bien en sí, sería un conocimiento que agruparía la realidad total, teniendo un gran criterio. Por tanto el filósofo será capaz de gobernar ayudado por su conocimiento de las ideas para tomarlas como modelo.

Para él, el gobierno debía estar formado por la élite, es decir, una selección de las personas con las mejores naturalezas, los mejores por naturaleza, y recibir una educación adecuada para potenciar esa habilidad. 

Para Platón el estado era como un gran individuo, de ahí que se atienda a las partes del alma para formar la estructura del estado ideal. Donde habrían tres grupos sociales; los productores, en los cuales reinaría su parte apetitiva del alma. Los guardianes, en los que la que reinaría sería la irascible. Y por último los gobernantes-filósofos, en los que ganaría más fuerza la parte racional. Según Platón al igual que en el alma los gobernantes-filósofos dominarían a las demás clases sociales (la parte racional sobre la irascible y la apetitiva) y de esta manera se volvería a dar  orden y justicia en el estado siguiendo el orden natural, de lo inferior a lo superior. Se dice que esta organización política es estatalista (anteposición del bien comunitario al individual), organicista (copia de organización del ser vivo, mediante órganos que realizan diferentes funciones para el beneficio del conjunto) y comunitarista (único sentido de la vida, en sociedad). 

Por último haciendo referencia a la educación de esas personas con la mejor naturaleza Platón propone un sistema capaz de hacer llegar al filósofo al conocimiento de la realidad. La educación de este tipo es  un largo proceso, dificultoso y plagado de resistencias y obstáculos. Antes de llegar a la última etapa, la dialéctica, Platón dice que el filósofo se debe relacionar primero con el estudio de las matemáticas, ya que es una realidad capaz de ser representada en el mundo sensible. Por último cuando el filósofo ha llegado al conocimiento de las ideas (la dialéctica), será capaz de gobernar con justicia tomando la idea suprema, la del Bien en sí, como modelo.

Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, se hace  fácil de reconocer que Platón no estuvo movido en la búsqueda de la verdad solo por un sentimiento teórico o curiosidad, sino que lo hizo más bien con un interés práctico para mejorar la vida y la sociedad de los hombres construyendo un estado ideal en relación con las reglas que escapan a la opinión, las ideas.

Epistemología, por Rubén Gironés


La epistemología se encarga, principalmente, del conocimiento (mundo inteligible) y de la opinión (mundo sensible), la ontología se encarga del mundo inteligible (conocimiento) y el mundo sensible (opinión). Platón, incluso destaca un dualismo epistemológico entre el conocimiento (episteme) y la opinión (doxa). Dentro de la epistemología, Platón se encargo de desarrollar la teoría de la reminiscencia que guarda relación con el alma inmutable.

Para el mundo inteligible, Platón plantea que la única manera de poder comprender el mundo inteligible es a través del conocimiento o episteme, ya que el mundo inteligible es inmutable, fiable y objetivo, es decir, no cambia y se mantiene igual en el tiempo. La fuente principal es la inteligencia (las Ideas). Para Platón hay que dirigir el alma hacía la realidad, compuesta del mundo inteligible por el camino del conocimiento. Por ejemplo: el prisionero que se ha liberado y ha conseguido visualizar el exterior de la caverna (mito de la caverna).
Para el mundo sensible, Platón lo considera un nivel inferior porque el mundo sensible no puede ser investigado para hallar conocimiento, sino para hallar opinión o doxa. Para Platón, el mundo sensible no transmite conocimiento VERDADERO porque el método de investigación se halla en los sentidos. Los sentidos no son buenos instrumentos de investigación porque no son fiables, visualizan la superficie y no profundizan, por ello el conocimiento que se recibe no se acerca al mundo de las Ideas. Este tipo de investigación lo utilizaban los filósofos de la Naturaleza. Por ejemplo: la visión que tienen los prisioneros que siguen encadenados dentro de la caverna (mito de la caverna).
El dualismo epistemológico consiste en los datos anteriores aportados, principalmente, los datos del conocimiento y la opinión. Platón realizo la llamada “Símil de la Línea” en el que intervienen la ontología y la epistemología. Se distingue entre lo menos real [lo visible (imágenes y objetos físicos y fabricados)] y lo más real [lo inteligible (objetos matemáticos e Ideas)] junto con, lo menos claro [opinión (imaginación y creencia)] y lo más claro [conocimiento (pensamiento e inteligencia)].
Para Platón, la reminiscencia es recordar para conocer. Esto se le atribuye al alma, portadora del conocimiento absoluto de las Ideas, ya que el alma ha preexistido en el mundo de las Ideas. Pero el alma viaja del mundo inteligible al mundo sensible, eso sí, durante el viaje, el alma va tapando esos conocimientos quedando como un borroso recuerdo. Para Platón, el alma de cada persona, ya desde el nacimiento, guarda conocimientos oscuros y confusos, por ello, con una educación adecuada el conocimiento se va aclarando y, llegará el punto que conseguiremos contemplar las Ideas. Hay que recordar, que Platón tiene una concepción de dualismo antropológico entre cuerpo (cárcel del alma) y alma, esta última se divide en tres partes: racional (reside en la cabeza, reservada a los gobernantes-filósofos, sus virtudes son la sabiduría o la prudencia y se inspirarán en el orden y la armonía), irascible (reside en el pecho, reservada a los guardianes, su virtud es la valentía y reciben una educación especial basada en la gimnástica y la música) y apetitiva (reside debajo del estómago, reservada a los productores, su virtud es la moderación o templanza y es la parte más baja del alma).

La teoría epistemológica de Platón es un instrumento más para intentar alcanzar la Idea de bien, por cierto, la Idea de Bien es la cima de la pirámide, es decir, para llegar a la Idea de Bien hay que conocer todas las demás Ideas. Platón, en su época, llego a conocer la Idea de Bien porque era la persona con mayor conocimiento del mundo inteligible.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Comentario de filosofía de Evi





Bueno, va, no era de Evi sino que me lo mandó de aquí.

Se vale mandar dibujos también, pero eso no significa ahorrarse el texto.