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domingo, 30 de mayo de 2010

BEGLEY, S., Entrena tu mente, cambia tu cerebro (Granica 2008) 3 de 3, por JUAN DÍAZ



En tres partes, 3 de 3:


1ª Parte: El debate sobre la neuroplasticidad. Mapas neuronales y neurogénesis

2ª Parte: Ver los truenos y oír los rayos

-> 3ª Parte: Desafiando el "punto nodal de la felicidad"





-¿Recuerdas..?-


A continuación voy a hablaros de el último tema a tratar de el libro: Entrena tu mente cambia tu cerebro (de Sharon Begley), el cerebro emocional. Recuerda que el libro comenzaba con una reunión de científicos y budistas para debatir acerca de la neuroplasticidad en la mansión del Dalai Lama. En la primera explicábamos a modo de introducción que el cerebro está dividido en regiones cerebrales, que cambian según la experiencia y pueden engullir a otras que son más inactivas. También hablábamos de la neurogénesis, y decíamos que se podía crear neuronas durante casi toda nuestra vida, y explicaba qué ambientes son más favorables para dicho proceso. En la segunda hablábamos sobre todo de la relación de la neuroplasticidad con algunas enfermedades: como la ceguera, la sordera y la dislexia, y cómo influía para curarlas. Seguidamente os explicaré la relación de la neuroplasticidad con el cerebro emocional, es decir, de la mente con el cerebro.



-La meditación como entrenamiento mental -


Los científicos deciden viajar de nuevo a Dharmsala para saber si realmente la meditación producía algún tipo de cambio en el cerebro. No querían saber si mediante la meditación se alteraba la actividad mental, sino si através de dicha actividad se creaba un cambio físico o funcional perdurable en los circuitos del cerebro.


La técnica de la meditación, explicada por los monjes budistas, consiste en la introspección, que consiste en mirar dentro de nosotros mismos para librarnos de tendencias conflictivas como el odio y los celos, y desarrollar otras como la concentración y la compasión.


--->Una de las más eficientes técnicas de los monjes budistas es el shamatha, que consiste en el paso con total claridad de una imagen mental a otra. La práctica continua de esta actividad deriva en una mayor estabilidad en la atención y un aumento de la resistencia a las distracciones.


--->Otra técnica utilizada es el Stroop , que consiste en escribir nombres de colores con un color diferente al escrito, y decir de qué color está escrito.


Al observar todas estas fabulosas técnicas, los científicos sintieron curiosidad y decidieron llevarse a los budistas al laboratorio en Inglaterra, pero muy pocos aceptaron (ni aún habiéndolo negociado con el mismísimo Dalai Lama). Lo primero que hicieron fue someter al budista a la prueba del destello, que consistía en sentarlo delante de un ordenador y que éste apretara el botón cada vez que viera un destello, y observaron que su capacidad de atención era mayor que la de cualquier persona normal: era la primera sospecha de que la meditación podía cambiar el cerebro, por lo que iban bien encaminados.



-El cerebro emocional-


Mientras se realizaban estas pruebas a los monjes budistas, el científico encargado de la investigación, Davidson, se planteaba cuestiones filosóficas y científicas como: ¿Podían las máquinas determinar si surge un pensamiento antes de manifestarse en el cerebro?, ¿qué iba antes: la actividad cerebral o el pensamiento? o: ¿quizás se producían al mismo tiempo?


Los monjes budistas fueron examinados con el fMRI, un aparato que medía la actividad cerebral (ya mencionado en anteriores exposiciones), estuvieron meditando conectados al aparato durante 10.000 horas, y se observó que la actividad mental era mayor cuando meditaban que cuando estaban en estado neutral:la investigación daba el primer paso.


Pero el objetivo de Davidson era descubrir si mediante el entrenamiento emocional (meditación) se podía entrenar la intensidad de emociones como la alegría.


El objetivo no era la desaparición de enfermedades mentales, sino una salud mental y emocional fuerte, es la llamada psicología positiva y no psiquiatría. Esto no se había estudiado mucho. Otro objetivo trascendental era similar al del budismo: silenciar las emociones aflictivas: como el odio , los celos, la rabia, la codicia y la envidia.


Tras realizarle un encefalograma al monje que había superado con tanto éxito la prueba del destello, se observó que tenía muy desarrollada la región cerebral encargada de la atención, por lo tanto ha habido un cambio físico a través de un entrenamiento mental.


Decimos pues, que todo lo que hace la mente tiene un contraparte en el cerebro, una correlación física que genera actividad mental. Al principio no sabían en qué consistía dicha correlación, después se descubrió que el sistema límbico (encargado de las emociones) establece conexiones con los lóbulos frontales del cerebro.


Se supo después que cada uno de los lóbulos prefrontales tiene encargada unas emociones distintas:


-El izquierdo se encarga de las emociones positivas, como la alegría , la energía y el entusiasmo.


-El derecho por el contrario se encarga de las negativas: las llamadas emociones aflictivas, como ansiedad, preocupación y tristeza.


Una evidencia de esto es que, tras una lesión cerebral, según el lado afectado las emociones predominantes son las del otro, al dañarse el izquierdo se padece un llanto incontrolable (es una de las mayores causas de la depresión), y al dañarse el derecho se hace inmune a la pena, lo cual es negativo porque provoca la risa fácil en todo momento (incluso en situaciones comprometidas como funerales o misas). Lo correcto es un equilibrio entre ambas.



-El punto nodal de la felicidad-


El punto nodal de la felicidad es el punto exacto de felicidad, que, después de variar el nivel emocional (ya sea para mejor, con experiencias positivas, o para mal con negativas) retomamos tras alegrías o desdichas pasajeras. Lo explicaré con un fácil ejemplo: la alegría es el estado pasajero, la emoción que pasa por nuestro cerebro tras algo positivo. Pues bien, a un hombre al que le toca la lotería que es poco feliz (tiene el punto nodal en un nivel bajo) de repente se llena de alegría y parece que es muy feliz, pero, a lo largo de los meses o incluso años, ese hombre volverá a su estado original de felicidad, al igual que le pasa a la mujer que es feliz de normal, y un día se queda viuda. En el momento le será muy difícil superarlo y estará muy triste, pero si su punto nodal de felicidad es alto a lo largo del tiempo independientemente de su vida amorosa retomará dicho punto.


-Es bien sabido que el punto nodal de la felicidad en los adultos es más estables, son menos afectados por las emociones y varía menos. Mientras que los niños y adolescentes somos mucho más inestables. También por norma se cumple la ley de niño feliz-->adulto infeliz, y viceversa.


-Un científico especuló un día con la posibilidad de un gen de la felicidad, ese que nos permite por genética ser más felices, por los siguientes factores:


-Dándonos un buen aspecto físico


-Dándonos atributos mentales positivos (amabilidad,inteligencia, carisma)



-¿Felicidad artificial?-



Todos estos datos fascinaron a Davidson y a su equipo, que a medida que avanzaba la investigación descubrieron que se podía cambiar la actividad del córtex prefrontal derecho al izquierdo, mediante el entrenamiento mental (para los monjes la meditación).


Se llevó al laboratorio a un monje llamado ``el geshe feliz´´, que realizaba una técnica de meditación llamada compasión, por la que sentía pena por todo ser vivo y emergía sensaciones positivas, por lo que se detectó en él mayor actividad en el córtex prefrontal izquierdo, un 99,6% más de lo normal, por lo tanto es la prueba viviente de que se puede cambiar el punto nodal de la felicidad mediante el entrenamiento mental.


Pero como todo buen científico, antes de estar seguro de ello había que barajar la posibilidad de que dicho monje hubiera nacido ya con un punto nodal de felicidad alto y no que fuera resultado de la experiencia. Esto se descartó mediante una prueba en la que se comprobó que la meditación produce ondas gamma perdurables en el cerebro. Los monjes no han nacido con esas facultades mentales, ya que se comprobó linealmente la relación entre los años de meditación y el nivel de ondas gamma.


Ya sabemos que la compasión es el método por el cual favorecemos la actividad del córtex prefrontal izquierdo, favoreciendo así un alto punto nodal de felicidad.


Pero existe una técnica superior a esta en los budistas llamada ``La Gran Compasión´´, que consiste en: cultivar un sentimiento de empatía con todos los seres sensibles, aumentar la capacidad para reconocer el sufrimiento y entender la posibilidad de librarse de él. El mismo Dalai Lama cuenta que de pequeño era un matón, pero que tras 60 años de meditación logró reprimir ese odio y esa rabia que sentía.



-La Gran Conclusión-


Tras todo lo dicho a lo largo del libro, se llegó a unas conclusiones finales tras el debate de todas las experiencias científicas realizadas:la neuroplasticidad es una realidad.


Pero la neuroplasticidad también tiene sus cosas negativas, ya que el cerebro es maleable, y por lo tanto si los estímulos son inapropiados y las experiencias nocivas, pueden moldearlo de forma indeseable. Unos ejemplos claros son la mencionada dislexia, o la distonía focal, que es una incapacidad de controlar los dedos. Esto se produce porque se practica mucho y muy rápido, por lo que el cerebro termina por interpretar varios dedos como uno. Lo bueno de todas las enfermedades mentales ocasionadas por la neuroplasticidad (que son ya muchas) es que ésta, es a la vez la solución, ya que para curar la distonía focal hay que realizar el proceso inverso: practicar con un solo dedo hasta que las regiones cerebrales se reorganicen.


También sabemos que las personas mayores han degenerado su cerebro debido a que ya no hacen lo que hacían antes, eso provoca que la producción y función de los sistemas de control neurotransmisores y receptores con los que una neurona se comunica con otra se trastornan (además de la degeneración metabólica de la edad).


Al no hacer nada nuevo:


-Se debilita el aprendizaje, pues la detección de algo nuevo lo genera.


-Experimentar una sensación de recompensa (sin la cual las personas pierden la capacidad de disfrutar de algo, pues nada les produce placer) se debilita.


La felicidad trae más felicidad. Mediante la neuroplasticidad es posible rehacer los circuitos y sistemas que general la dopamina, que genera placer. Al no tener placer, los adultos caen en adicciones, ya que necesitan realizar más esas acciones para tener el mismo placer. Esto se cura con pequeñas alegrías independientes de la adicción, que puede ser las compras compulsivas, el alcoholismo, etc...



Por JUAN DÍAZ, 1º BATX.


3 comentarios:

Oscar Fernández dijo...

Las tres exposiciones en clase fueron aún más espectaculares que los comentarios. Los contenidos muy bien asimilados y relacionados con las partes anteriores. La tercera terminó con un aplauso del respetable.

Juan dijo...

Gracias, pero pienso que no fue para tanto..

Horace dijo...

This is cool!