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viernes, 7 de marzo de 2008

Y el premio para el último texto goes to... David LLobell

Descartes, vivió en un período de crisis total, donde también hubo una revolución científica que planteó el problema del conocimiento en el que se preguntaban cual era su origen y sus fundamentos. Surgió el escepticismo, que suponía la incapacidad de llegar a un conocimiento verdadero, y en contra estaba el racionalismo, con Descartes como máximo representante, que afirmaba que las verdades absolutas son alcanzables por la razón y si la dirigimos bien, pues todos los hombres poseen el mismo ingenio. Junto al racionalismo estaba el empirismo, parecido en su método matemático pero distinto en cuanto al instrumento, pues estos decían que se podía alcanzar la verdad mediante los sentidos.

Descartes, estaba preocupado por la renovación que necesitaba la filosofía, la cual estaba constantemente en disputa, y si las ciencias se basaban en ella, todo seria dudoso. Por ello planteó una solución, diciendo que no bastaba con tener buen ingenio, que había que aplicarlo bien, encontrar un “camino hacia”, es decir, el método, basado en la geometría, pues desarrollaba una cadena de razones simples. El primer paso de este método es la evidencia, en el que debemos evitar tanto la precipitación como la prevención, es decir, no debemos tomar nada como verdadero sin someterlo a duda y no debemos prevenir en exceso diciendo que algo es falso cuando es claro y evidente, que son los criterios de verdad, un conocimiento nítido en mi mente y que sea singular y que obtenemos por medio de la intuición, que consiste en captar las ideas simples evidentes de por sí. En segundo lugar procedemos al análisis, en el que desmenuzamos cualquier problema hasta llevarlo a ideas simples, entendibles por la intuición. El tercer precepto es el de síntesis, en el que debemos concluir desde el razonamiento más simple hasta el más completo, y que sean ambos igual de evidentes. Aquí debemos utilizar el segundo modo de conocimiento, la deducción, es decir una sucesión ordenada de evidencias, de ideas simples. Como paso final establecemos la enumeración en el que repasamos el análisis y la síntesis, o sea, extender la evidencia de la intuición a la deducción.

Una vez establecido el método, Descartes nos explica su moral provisional, por la que adoptará una conducta mientras se ocupa de la búsqueda de la verdad, y bien, esta consta de 4 máximas. Obedecer las leyes y costumbres del país sin seguir ningunas opiniones extremas, ser firme y decidido en las acciones, no dejarse llevar por la fortuna, y por último cultivar nuestra razón.

Una vez ha establecido el método, Descartes se cuestiona como empezar la búsqueda, necesita algún fundamento, por ello da paso a la duda metódica para encontrarlo, y consistirá en el primer paso del método, no admitir nada como verdadero si no es evidente. Duda sobre sus sentidos, pues le han engañado en ocasiones, de los sueños, y en una extrema duda colocaríamos al genio maligno, que dice provocarle equivocación al pensar que ha sido creado por él, pero esta es solo una duda provisional. Finalmente, y como consecuencia de la duda radical, extraerá la primera certeza absoluta, el cogito, ergo sum, pues solo está seguro de que es un ser pensante, y aquí establece una relación entre el pensamiento y la existencia: Pienso luego existo, una verdad indudable y sólida.

Ahora, deberá explicar la realidad extramental, las cosas materiales, a partir de la primera verdad. Procederá a analizar los tipos de ideas encontrándose con las mentales y las realidades objetivas, y entre ellas encontraremos 3 tipos de ideas. Las adventicias, que son ideas que le provienen del exterior. Las facticias, que son las que la mente construye a partir de otras, como un centauro. Y las innatas, que son muy importantes y son las que posee por sí mismo el pensamiento, es decir tiene predisposición a formarlas, como la de ser infinito, que la identifica rápidamente con la idea de Dios. Para demostrar esta existencia de Dios, Descartes utiliza el argumento de causalidad mediante la ida de ser infinito, pues si hay idea hay un ser infinito, y este solo puede ser Dios, esto lo explica mediante la realidad objetiva-realidad formal. También lo explica mediante que Dios es la causa de su ser. Finalmente, y muy importante llega a probar la existencia de Dios partiendo de la idea misma de Dios, pues si existe un ser en tu pensamiento existe también en la realidad.

Hasta aquí, Descartes ha descubierto 3 tipos de realidad, y utilizando la palabra sustancia obtiene la sustancia infinita, Dios, la pensante, el yo, y la extensa, las cosas materiales y el cuerpo. Frente a esta última, Descartes nos habla de las cualidades primarias de las cosas, y solo determina que son claras y distintas, aquellas que pueden expresarse matemáticamente como el volumen, el movimiento y la figura, mientras que las cualidades secundarias como el olor o el calor son subjetivas. Este razonamiento lo lleva a cabo mediante su visión mecanicista de la Tierra, que explicaba que todo funciona como autómatas y que lo puso en funcionamiento Dios.

David LLobell

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Christian:
Demasiado pautado para mi gusto. Está bien estructurado, pero es demasiado esquemático:
-Pum
-Pum
-Pum
No me gusta eso, por lo demás, bien xD.

Anónimo dijo...

Anna:

Óscar, si aún estás por ahí, podrías ayudarme con el primer examen del pau de los dos que colgaste, es donde está lo que decía clara de la filosofía especulativa...la verdad es que no sé si sabría muy bien que contestar...

Anónimo dijo...

Supongo que ahora que ya has hecho el examen de poco servirá, pero la parte dónde explicas el argumento de causalidad y la explicación de Dios a partir de su propia idea queda muy superficial y lioso.

Y bueno, puesto que tampoco yo sé, le pregunto a Óscar: Pone en la redacción que la sustancia pensante es el yo, y la sustancia pensante es el alma. ¿Hay una identificación entre el "yo" y el alma?

Lo digo por no meter la pata luego..

goloviarte dijo...

un buen texto
lastima que no me enlaces,jeje
no pasa nada,pasare de vez en cuando a estar un rato agradable

Anónimo dijo...

Anna:

Pepe tio...como te oiga descartes a estas alturas...xD

Nosotros somos nuestra alma. Lo que solemos llamar "yo" es el compuesto cuerpo-alma pero realmente el cuerpo foma parte del mundo exterior, mientras que el alma es nuestro verdadero ser, aunque las dos partes están muy relacionadas. Es ahí donde descartes empezó a rayarse con lo de la glándula pineal...xD