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martes, 1 de junio de 2010

Tolerancia a la frustración, por IRENE CALVO


"Tolerancia a la frustración” es uno de los temas tratados en “L’ofici de viure”, programa radiofónico emitido en Catalunya Ràdio

La frustración es un sentimiento corriente del ser humano que se produce cuando éste se siente privado de algo que esperaba. La frustración experimentada viene habitualmente acompañada por una sensación de malestar que parece ser intrínseca en la frustración, sin embargo, no es la frustración la causa del malestar sino nuestra actitud tras haber fracasado. La actitud óptima sería pues, la tolerancia a la frustración, la capacidad de seguir actuando a pesar de las adversidades.

La tolerancia a la frustración es una capacidad o facultad adquirida, aprendida en los años de infancia. Durante el desarrollo, el niño experimenta a menudo la frustración tras ser consciente de la inaccesibilidad a numerosos objetivos. Desde entonces aconseja Eva Bach, pedagoga y escritora que interviene en el programa, que los padres deben intervenir para inculcar al niño la capacidad de tolerar la frustración; y para ello, algunas de las claves son permitir al niño tomar decisiones, permitir que tras haberlas tomado, algunas de ellas resulten ser erróneas, es decir, tolerar la equivocación, y por último hacerle saber que aunque en su grado es de importancia no es verdaderamente nada transcendental. Con el paso del tiempo, el niño ahora adulto, será tolerante a la frustración lo que le permitirá aceptarla intentando aprender algo de ella sin permitir la decaída de la autoestima.

Por tanto, la tolerancia a la frustración es una característica de las personas maduras y pacientes, puesto que las que por el contrario no lo son, esperan conseguir prontamente y sin esfuerzo el placer, y cuando esto no ocurre –algo bastante frecuente- la frustración les invade y su inapropiada actitud posterior les llevará a decaerse.

La frustración moderada como dice Eva Bach es necesaria ya que es una de las bases de un buen desarrollo emocional, de modo que tenemos que vivir con ella. Así, probablemente tal y como Lucía Etxebarría afirma, lo más parecido a la felicidad sea aprender a tolerar la frustración. Hagamos un esfuerzo, aprendamos a tolerar la frustración en el camino a la felicidad.


Por IRENE CALVO, 1º BATX

1 comentario:

Luis Ballesteros Andreu dijo...

Me parece muy adecuado este artículo en estos momentos de frustraciones por los resultados de las calificaciones de Junio que nunca son del gusto de todos. Todos pensamos que merecemos más pero la realidad se impone y a veces es más dura de lo que quisiéramos.