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miércoles, 2 de noviembre de 2011

La psicología platónica, por Carlos Mengod


La psicología, como bien indica su nombre, se dedica al estudio del alma. Platón, en su obra, reconocerá la existencia de un elemento en los seres humanos con una capacidad especial que les ayudará a comprender la existencia de los grandes inteligibles superiores, las Ideas. Platón usará éste ánima para formular su teoría del estado ideal, y por consiguiente la del filósofo gobernante. 

El erudito de Sócrates afirma que el hombre está dividido en dos partes íntimamente relacionadas, el cuerpo –que es imperfecto debido a su naturaleza material y a que tiene constantes necesidades y distracciones- y el alma -que definirá como la esencia, cuya naturaleza es eterna, que dota al cuerpo de vida, movimiento y racionalidad. 

Éste alma se encuentra en el mundo inteligible, coexistiendo con las ideas, ya que es inmortal e inmaterial; sin embargo, cada uno de estos inteligibles -almas- está atrapado en un cuerpo cuando se reencarna en él, perdiendo consecuentemente el contacto con las Ideas, pero de éstas le queda un vano recuerdo. Es lo llamado, innatismo del conocimiento, mediante el cual, para llegar al nivel epistemológico del saber de las Ideas, el conocimiento, y por consiguiente, a la noesis, solo tendrá que convivir durante un tiempo con cosas de menor realidad que participen de las Ideas -ya que son copias suyas- para volver a recordar. 

Platón, por otra parte, también incluirá la idea de que el alma está dividida en tres partes: la racional, la irascible y la apetitiva. La parte racional será la sede de la inteligencia, la irascible de las pasiones y la apetitiva de los deseos. Tras haber establecido esta diferencia, detalla el alma como el lugar donde las tres partes entablan un conflicto por hacerse con el dominio , pero, para nuestro filósofo, solo se podrá alcanzar la máxima virtud del alma, es decir, la justicia, mediante la máxima armonía, que consiste en el control de la parte racional, con su virtud –sabiduría-, sobre las otras partes, con sus virtudes respectivas, la valentía –irascible- y la prudencia –apetitiva-. 

De esta forma, muy conscientemente, Platón establece una gran semejanza entre el orden del estado ideal u el orden del alma; en el estado ideal, la sociedad estará dividida en tres partes, la primera, los filósofos gobernantes, que representan la parte racional de la psychE, los guardianes, que se asemejan a la irascible, y los productores, que son la apetitiva. Tanto los componentes del estado como los del alma comparten las mismas virtudes antes citadas. 

Además de parecerse a la política, el alma tendrá una gran importancia en la educación platónica, pues como hemos visto anteriormente, ésta está atrapada en el mundo sensible, y por tanto aún no conoce del todo las ideas, por lo que para llegar alfin último de la educación, conocer la idea de Bien, por consiguiente las ideas, estando preparado para gobernar. Para que un gobernante esté preparado para gobernar, su ánima debe estar en perfecta armonía y ser justa, pues solo así sabrá dirigir con justicia al pueblo. 

En conclusión, Platón nos aporta la idea de que el alma es una realidad inmaterial causante de nuestra capacidad racional y nuestros sentimientos, por tanto, creo que puedo permitirme aportar, que Platón nos muestra que nosotros somos nuestro alma, y dependiendo de que parte de ella somos capaces de guiar hacia el dominio sobre el resto, tendremos una función u otra en su estado ideal. Claro que éstas tendencias se pueden corregir mediante la correcta educación de la psychE que Platón nos propone, logrando así su máxima virtud, la justicia, preparándonos para el gobierno.

1 comentario:

Oscar Fernández dijo...

Buen intento al comienzo, pero dale más recorrido al primer párrafo, que puedes hacerlo. Haz un breve esquema antes.

Erudito es el que tiene muchos conocimientos, el bueno de Sócrates decía que no sabía nada. Imagino que quieres decir discípulo. Qué caprichoso es el lenguaje.

Muy bueno el final del 3º §.

Algunos autores en vez de almas hablan de funciones.

Yo insistiría un poco más en el salpicado de temas que os digo, pero también depende un poco de cada uno. Hay que seguir las indicaciones generales, pero adaptándolas a cada uno. Pero seguir esas indicaciones, vaya.

Texto muy ordenado e informativo, que se ajusta mucho al tema. Con precisión. Este Carlos está en forma.