La filosofía
platónica surge a partir de la postura de Platón de crear un Estado más justo,
el Estado Ideal, que como nombra en su Carta VII donde explica la situación
política de su país pone un remedio para crear así un estado justo que se puede
lograr a partir de su teoría del filósofo-gobernante; y también en contra de
los sofistas y algunas de sus teorías como el relativismo o el empirismo
político. Pero hasta llegar a su Estado Ideal dirigido por el filósofo-gobernante,
Platón trata diversos temas. Se puede destacar como factor común en toda la
teoría de Platón el alma, pero ¿qué es el alma? ¿cómo y hasta que punto influye
en su teoría?
Al igual que los
pitagóricos con quién comparte muchos rasgos sobre el alma en su teoría, Platón
divide al ser humano en cuerpo y alma, lo que se conoce como dualismo antropológico.
Al contrario que el cuerpo, el alma es inmortal e inmaterial y Platón le
atribuye la función de conocer y cuya principal virtud es la justicia aunque también
la sabiduría, la valentía y la templanza; es gracias al alma por la que
llegamos al conocimiento y como se verá más tarde, a las Ideas. Para el
filósofo, el ser humano es su alma aunque ésta haya preexistido. Esto quiere
decir que según Platón el alma siempre ha existido y ha estado en otros cuerpos
de los cuales ha obtenido conocimiento. En cambio, el cuerpo es un obstáculo
para el alma a la hora de llegar al conocimiento.
Platón dividiría
a su vez el alma en tres partes: la parte racional, solo la posee el ser
humano, está dirigida por la razón, allí es donde se encuentra el conocimiento
y está en la cabeza; la parte irascible, reside en el pecho y de ella nacen las
pasiones y emociones humanas; y por último la parte apetitiva, de esta parte
emergen los apetitos y deseos materiales y se encuentra en el bajo vientre. Estas
tres partes están directamente relacionadas con lo que Platón llama la armonía
y orden natural entre las clases, esto quiere decir que en su Estado Ideal se
pueden encontrar tres clases en las que predomina una parte del alma en cada
una: la clase en la que predomina la parte apetitiva corresponde a la clase de
los productores, los productores serán los encargados de producir los bienes
necesarios para la vida de la comunidad; la siguiente clase en la que denota la
parte irascible es la clase de los guardianes y se encargan de la defensa de la
ciudad y el servicio militar; y por último está la clase de los
gobernantes-filósofos donde predomina la parte racional del alma y son los que están
capacitados por tanto para gobernar y dirigir el Estado.
Estas tres clases
en armonía nos conducen al Estado Ideal y a la teoría del filósofo-gobernante. La
intención de Platón era crear un estado armonioso y justo pero, según el
intelectualismo moral, teoría ética de Sócrates que Platón aplica a la
política, sólo podrá otorgar esa armonía y justicia un gobernante que conozca
el verdadero significado del bien y la justicia. Como Platón rechaza el
principio fundamental de la democracia ateniense da como alternativa un
gobierno de filósofos, la teoría del filósofo-gobernante, que afirma que los
gobiernos deben estar en manos de aquellas personas que hayan alcanzado la Idea
de Bien a la que solo puede llegarse a través de la filosofía.
Pero el camino para
llegar a ser filósofo-gobernante no es fácil, solo podrán serlo aquellas
personas con la mejor naturaleza o lo que es lo mismo los que por naturaleza
tengan capacidades y cualidades de manera innata como la inteligencia; y
también haber pasado por un duro proceso educativo donde se potenciaran estas
cualidades y después del cuál deberán gobernar.
Como ya hemos
nombrado para llegar a ser filósofo-gobernante tenemos que conocer la Idea de
Bien. Para que nuestra alma llegue al conocimiento Platón hace la distinción
entre dos mundos, el dualismo ontológico: el mundo sensible y el mundo
inteligible, ya que el alma está en una realidad intermedia entre los dos
mundos. El mundo sensible o mundo del devenir, es el mundo de los objetos
percibidos por los sentidos. Se trata de un tipo de realidad imperfecta y en
constante cambio por lo que Platón considera que tiene menos realidad que el
mundo inteligible o de las Ideas. El mundo inteligible, por otro lado, se trata
de un mundo de realidades estables y permanentes y es ahí donde se encuentra lo
auténticamente real. Hay que dividirlo en objetos matemáticos e Ideas.
Existe una
relación entre los dos mundos y es que el mundo sensible copia al mundo
inteligible.
Las Ideas de
Platón es la conversión de las definiciones de su maestro Sócrates y tienen las
mismas características que el Ser de Parménides: inmutables, eternas,
perfectas, inmateriales, indivisibles y solo accesibles a la razón. Las Ideas
son las protagonistas de la teoría más famosa de Platón: la Teoría de las
Ideas. Las Ideas constituyen la esencia de las cosas sensibles, cada Idea es
única y modelo de los objetos físicos. Las Ideas nos permiten así obtener un
conocimiento absoluto y verdadero. Pero no todas las Ideas son iguales, están
organizadas jerárquicamente de modo que en la cima se encuentra la Idea de
Bien. También hay que apuntar que como el alma ha preexistido es de gran ayuda
para llegar a esta Idea suprema de Bien. Como dice la teoría de la
reminiscencia conocer es recordar y que el alma haya existido antes en otros
cuerpos nos ayuda a llegar a las Ideas porque el alma al entrar en el mundo
sensible a través de un cuerpo olvida las Ideas y es “recordando” como llegamos
a ellas porque lo que percibido por los sentidos es copia de estas Ideas. También
apunta que hay ciertos conocimientos que los adquirimos de forma innata pero no
son conocimientos claros y que solo pueden salir a relucir a través de la
adecuada educación.
Después de todo
este proceso el elegido para ser filósofo-gobernante llegará alcanzar la Idea
de Bien y volverá para gobernar en la ciudad creando así el gobiernos justo e
ideado por Platón como lo ilustra en el Mito de la caverna.
1 comentario:
El primer párrafo, como una especie de introducción general que valga para todo, no tiene mucho sentido. Te dispersas cuando tu objetivo ha de ser concentrarte. En ese primer párrafo has de dejar claro cuál es la convergencia de los tres elementos del título, dónde está la clave. Todas las generalidades que pongas han de estar al servicio de esa comprensión, porque repetir de memoria no tiene sentido.
La información está bien, pero hay mucho rollo. Rollo quiere decir que suelta información pero no la has adaptado a la pregunta. Estás todo el rato hablando del tema, pero tratas igual lo importante que lo que no lo es, no apuntas a la clave de los tres elementos del título. Lo has mencionado, claro, pero de pasada. Tu trabajo es decir exactamente dónde está la clave, que sabes explicar aquello que se te pregunta y no otra cosa. El hecho de que hagamos referencias a otros temas es para que quede completa la pregunta, no para escaquearnos del título.
Dicho de otra forma: ¿dónde se encuentran antropología, psicología y ética en Platón? ¿En concreto dónde? Formular esto con claridad haría un primer buen párrafo y el comentario habría de ser el desarrollarlo. Luego conclusión, siempre.
Todo esto no es una bronca, sino indicaciones para hacer el ejercicio bien. La información es más o menos correcta, pero no tiene lo que hace falta para ser un buen ejercicio. Y eso es lo que queremos hacer, ¿no? Pues por ahí se va.
Venga, que lo que falta es lo que es novedoso. Algo había que aprender, ¿no?
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