Durante el último cuarto del siglo V a.C., época que
coincide con la infancia y juventud de Platón, se vivió en Atenas uno de los periodos más
agitados y tristes de su historia.
Atenas se estaba descomponiendo como consecuencia de la
incompetencia de los dirigentes y de las luchas internas por el poder que
existían entre el bando democrático y el bando oligárquico. Es en esta época
cuando tienen lugar las Guerras del Peloponeso -donde se enfrentaron Atenas y
Esparta- y que culminaron con la derrota de Atenas en el 404 a.C., concluyendo
así la hegemonía, tanto política como militar, de los griegos. Por esto, muchos
ciudadanos atenienses –de aquel entonces- le echaron la culpa a la democracia
por semejante desastre.
Tras la derrota, Esparta abolió la democracia e instauró
un gobierno en Atenas formado por 30 miembros de la oligarquía ateniense: el “Gobierno de los Treinta Tiranos”, del que
formaron parte dos parientes de Platón –éste, que ya desde joven sintió un
especial interés por la política, tal y como nos cuenta en su Carta VII, tuvo
ocasión de participar y colaborar con dicho gobierno, invitación que rechazó,
pues no le gustaba la política de terror
y los crímenes que cometieron-.
Este gobierno sólo duró poco más de un año, hasta que en
el año 403 a.C. Trasíbulo, líder del bando democrático, organizó una revuelta
popular que derrocó al Gobierno de los Treinta Tiranos y reinstauró el orden y
la democracia en Atenas. A pesar de eso, las injusticias permanecieron, pues se
juzgó y condenó a muerte a Sócrates, el “más justo de los hombres” según
Platón, acusándolo de corromper a la juventud con sus enseñanzas.
De esta forma, ya bajo el nuevo régimen democrático, el
discípulo de Sócrates, tras la muerte de éste, renunció definitivamente a la
política, y trató de hallar mediante la filosofía una especie de medicina
política para todos los estados mal gobernados de su época. Es aquí cuando
empieza a elaborar su teoría del filósofo gobernante.
Platón realizó tres viajes a Siracusa, invitado por los
tiranos que gobernaban allí, para que se encargara de su educación filosófica y
formación política. Pudo haber llevado a cabo sus proyectos de reforma política
aquí, pero fracasó, poniendo en peligro hasta su vida.
2 comentarios:
MUY CHULO LORE :D
Me ha gustado mucho la introducción ya que te ha ayudado a desarrollar el texto de una manera impecable ;)
Lorena, te ha quedado muy bien :)
Completo y claro.
Lo único es esta oración que me llamó la atención : "tras la muerte de éste, >renunció definitivamente< a la política,". Renunció a la política de oligarquía y a la democracia, pero no definitivamente a la política en sí, no? porque lo que hizo es buscar un remedio a la mala política de su tiempo.
(Es un pequeño detalle, es por poner algo, ya que está muy bien;))
Un saludo Loree.
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