Platón siempre hizo distinción entre la realidad sensible y la inteligible,
pero mucho antes que él, y que de la existencia de las ideas, ya hubo filósofos
que se plantearon éstas diferencias, normalmente se trataba del debate entre
dos escuelas filosóficas que pensaban de diferente manera:
Aunque no se hablaba directamente, como hacía Platón, de un mundo
inteligible y otro sensible, si
que se hacía mención a la manera de llegar al conocimiento, por ejemplo, en el
caso de la filosofía presocrática, tenemos a los filósofos jonios y a los
itálicos. Se dice que con los filósofos jonios se inicia la filosofía y la ciencia, basaron sus estudios en
la naturaleza, y basaban sus investigaciones en la información que nos
suministran los sentidos: al
contrario, los filósofos itálicos, basaron su búsqueda de la verdad en la
razón, además, pensaban que la información que nos proporcionan los sentidos no
sólo es poco fiable, sino también engañosa.
En el grupo de los itálicos hay que incluir a Parménides y a Pitágoras.
Parménnides distinguía dos vías del conocimiento: la vía de la verdad y la vía
de la opinión. La vía de la verdad es la vía del conocimiento, es decir, que
llegamos al conocimiento a través de deducciones y de pensamiento lógico, sin
necesidad alguna de recurrir a los sentidos que nos dan información engañosa, llegando a la conclusión de que el ser,
lo que realmente existe, es lo único que nunca cambia; en cambio, la vía de la
opinión, es la información engañosa y poco fiable que nos proporcionan los
sentidos, no usa la razón, y, por lo tanto, como las cosas que percibimos por
los sentidos cambian constantemente, se podría decir que éstas cosas no “son”,
no existen.
Pitágoras, tampoco se fió de la información que percibimos por los
sentidos, pero en vez de utilizar la razón como vía del conocimiento, utilizó
las matemáticas. Para Pitágoras, las cosas eran números, es decir, que los
números constituyen la esencia de las cosas. Para todos los pitagóricos, el
cuerpo era tan sólo la cárcel del alma, y el alma tenía que librarse de él, ya
que la función principal del alma era el conocimiento del orden y de la
armonía, y su vía de acceso, las matemáticas.
Aunque estos filósofos no hablaron de las ideas, ni de un mundo inteligible
y otro sensible, sí hablaron de los medios para llegar al conocimiento,
destacando dos grupos generalmente: los filósofos que se guían por los
sentidos, y los filósofos que se guían por la razón. Platón, en su filosofía,
ya se encontrará todas éstas cuestiones formuladas, y le servirán de referencia
para hacer esa distinción entre mundo sensible e inteligible.
Para los Sofistas, en cambio, no hubo nunca ninguna realidad inteligible,
para ellos todo era relativo, si tu piensas que las cosas son de una manera,
para ti esas cosas serán de esa manera, y no hay nada absoluto, que diga, por
ejemplo, que está bien o mal, si no que se considerará por bueno, aquello que
la mayoría de la gente considere bueno.
Se define ontología como la realidad, lo que son las cosas. Platón
defenderá, entonces, un dualismo ontológico, es decir, que distingue dos
niveles de realidad: el mundo inteligible y el mundo sensible.
El mundo inteligible, es el mundo de las Ideas y de los objetos
matemáticos, son realidades ocultas a los sentidos, sólo podemos llegar a ellas
a través de la inteligencia y del pensamiento, las realidades que allí se
encuentran son inmateriales, inalterables, eternas y perfectas, por lo tanto,
las realidades que se encuentran en el mundo inteligible, las Ideas y los
objetos matemáticos, tienen más existencia que la realidad sensible.
El mundo sensible es el mundo de las realidades perceptibles por los
sentidos, se pueden ver, tocar, escuchar, oler, e incluso saborear, estas cosas
se encuentran en continuo cambio, son imperfectas, nacen y mueren, o sea que no
son eternas, por tanto, las realidades que se encuentran en este mundo existen
menos que las realidades inteligibles.
Las Ideas son las esencias de las cosas visibles, es decir, que la
existencia del mundo sensible depende del mundo inteligible, ya que las cosas
que nos encontramos en el mundo sensible tan solo son copias imperfectas y
numerosas de las ideas. Se puede decir que la copia que más se parezca a la Idea
a la que hace referencia, es más real que la que está más lejos.
Para conocer una cosa, por ejemplo, un libro, necesitamos conocer la Idea
de libro, paradójicamente, para conocer la Idea de libro, antes tendremos que
haber visto un libro.
4 comentarios:
Hola Noel, he leido tu comentario y lo primero que me salta a la vista son los conectores. Para enlazar cada párrafo, hay que usarlos! Me he perdido un poco leyendolo y he tenido que volver varias veces al título para ver lo que te pedian. Un pequeño consejo, recuerda lo que dijo Oscar: hay que contestar a lo que te piden, no soltar un ROLLO. :)
Lo tendré en cuenta, gracias xD
Si la verdad es que lo he vuelto a leer y creo además que sobran dos o tres párrafos ... :S
Opino como Sheila. Noel hace falta usar más conectores(también me puedo aplicar ese cuento porque parece que les tengo alergia XDD) pero la información esta muy condensada y en menos párrafos podrías haber puesto la misma información y más clara.
MªJosé.
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